"‎LOS PUEBLOS, LOS HOMBRES SE ENFRÍAN POR AUSENCIA DE ESPÍRITU. PERO ESTAMOS NOSOTROS, CON PEDERNAL Y YESCA, CON MELODÍAS Y CANTARES, POEMAS Y REFLEXIONES , ALTO DESVELO Y SUEÑOS DE TODO TIPO, PARA ENTIBIAR LAS HORAS DE AQUELLOS QUE NO QUIEREN CONGELARSE."
-Atahualpa Yupanqui-

desde "LA CANCIÓN VERDADERA" un libro de Victor Heredia

"...A. Yupanqui nunca cedió un palmo ante el avance de artistas que desde la mediocridad hicieron tanto daño a la cultura como el éxito económico que obtuvieron, preservó con hidalguía su forma y honró los contenidos. La canción popular también se ha fortalecido desde su verdad y vence la propia añoranza y el embate de los medios que la ignoran. No le quita el sueño resistir, ella sigue alumbrando el camino día a día en cuanta reunión de jóvenes reverbera una guitarra..."



Mostrando entradas con la etiqueta OSCAR DEL CERRO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta OSCAR DEL CERRO. Mostrar todas las entradas

sábado

"LA DUDA" MILONGA CAMPERA

FOTO: MARTIN CASTRO
Milonga de Martín Castro
CANTANTE: OSCAR DEL CERRO

MÁRTÍN CASTRO: ha sido uno de los más altos exponentes de este arte popular. Su canto no se quedó en la perfección de la rima sino que fue más allá y puso el acento en la idea que expresaba. Anarquista a su manera, sin militancia política, fueron numerosas las veces en que sus presentaciones terminaron con su humanidad en un calabozo porque sus versos, defendiendo al pobre, al obrero, atacando la injusticia, no le caían simpáticos al caudillo de turno.
Merlo fue su cuna un 16 de febrero de 1882 y Ciudadela lo vería partir el 7 de abril de 1971 después de haber disfrutado el privilegio de tenerlo como vecino durante casi 50 años, viviendo en su casa de la calle Muñoz. Hoy, como homenaje, una calle de la localidad, muy próxima a la estación, lleva su nombre.

¿Cómo supe? les diré, vivía espiando una duda
huella de una burla muda que mucho tiempo rastrié
duda que yo la campié hasta que la descubrí
y cuando la conocí quería desconocerla
negarla a gritos no verla volverla a sacar de mí.

Tenía duda de Almada sin ver ni hallar otra prueba
Más que una sonrisa de Eva y una profunda mirada
no les oí decir nada pero el silencio habló igual
él de mirada sensual y ella, indecisa y sonriente
plegaba distraídamente los bordes del delantal.

Después de esa escena muda que ví entre Almada y Eva
nunca descubrí otra prueba que superara a mi duda
siempre la sospecha cruda atormentaba a mi ser
y tentado por saber un día le hice una trama
y le descubrí a mi dama la falsedad del querer.

Una vez maté un potrillo y algo se cruzó en mi mente
teñí en la sangre caliente hasta la "s" mi cuchillo
salté sobre el doradillo y al galope me largué
a la querencia llegué con el cuchillo en la mano
como ensayao de antemano secretamente le hablé.

"...Tomá, limpialo porque recién allí en la bajada
pelié con mi amigo Almada y como hombre lo maté
panza arriba lo dejé por indecente y safao
porque me dijo el malvao que conmigo eras infiel
que tu cariño era de él y por tu amor lo he peliao..."

Tomó el cuchillo azorada y sobre la parte roja
cubrió de besos la hoja diciendo desesperada
"...Esta es la sangre de Almada y Almada es mi único amor"...
yo tragando el amargor y ella clamando el amante
compartimos del instante los dos del mismo dolor.

Le dije, "...encontré quebrao el potrillo de la overa
y para que no sufriera con éste lo he despenao
Por él, viví sin cuidao que si hay una herida aquí
es la que me has hecho a mí al saber que sos de Almada
porque no hay peor puñalada que la de perderte a ti.

Duda que vive escondida mejor es no esclarecerla
muchas veces por saberla se llora toda la vida
siempre una duda sabida nos abre una cicatriz
una verdad en un tris oscureció mi pasao
pues mientras viví engañao yo era el hombre más feliz.


miércoles

"MILONGA PARA UNA NIÑA" MILONGA

FOTO: OSCAR DEL CERRO
AUTOR: ALFREDO ZITARROSA

CANTANTE: OSCAR DEL CERRO: nace el 9 de julio de 1921 en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, con el nombre de Aureliano Avalo. Pero su ciudad es Quilmes. Debutó como solista en Radio Belgrano el 1 de enero de 1950 y si bien su fuerte fueron las canciones sureras, como milongas, estilos, cifras y otras, también incursionó en el tango.

El que ha vivido penando
por causa de un mal amor,
no encuentra nada mejor
que cantar y dir pensando.
Y si estuvo calculando*
qué culpa pudo tener,
cuando ve que la mujer
no conoce obligaciones,
se consuela con canciones
y se olvida de querer.**

Por eso niña te pido
que no me guardes rencor,
yo no puedo darte amor
ni vos podés darme olvido.
Yo sé que en cualquier descuido
me iba a bolear contra el suelo
y aunque me ofrezcas consuelo
yo no lo puedo aceptar***
puedo enseñarte a volar,
pero no seguirte el vuelo.

Yo no te puedo entregar
un corazón apagado,
cuando falla el del costado
no hay nada que conversar.
Hay una forma de amar
que es un modo de conciencia,
hay un amor que es paciencia
y otro que es sólo aromar.
¿Cuál amor te podría dar
quien amara tu inocencia?

Cuando te vuelva a encontrar
nos podremos sonreír,
prefiero verte partir
como te he visto llegar.
Cuando vuelvas a pensar
que una vez te conocí
y que nomás porque sí
te compuse una canción,
cantará en tu corazón
lo poquito que te di.



lunes

"ASI ES LA LIBERTAD" MILONGA

FOTO: OSCAR DEL CERRO
AUTOR: JOSÉ DOMINGO PLATEROTTI
CANTANTE: OSCAR DEL CERRO

Oscar del Cerro nace el 9 de julio de 1921 en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, con el nombre de Aureliano Avalo. Pero su ciudad es Quilmes. Debutó como solista en Radio Belgrano el 1 de enero de 1950 y si bien su fuerte fueron las canciones sureras, como milongas, estilos, cifras y otras, también incursionó en el tango. Se destaca de entre su material discográfico, la grabación -junto a Héctor del Valle- de Martín Fierro. Otros discos suyos son: Así es como rinde el choclo, El trovador sureño, Semblanza de dos zorzales (con Carlos Souza), Milongas criollas (también con Héctor del Valle), Sureño y trovador y Sus nuevos éxitos. Todos en el catalogo de Diapasón.
Una de sus mejores interpretaciones fue "La serenata de ayer", de Manuel Buzón e Ismael R. Aguilar.


Con mi razón o sin ella,
apartando al que se oponga,
he de seguir meta y ponga
sin ladearme de la huella.
Porque no me hace ni mella
perderme en la soledad,
hundirme en la inmensidad
a paso lerdo y tranquilo,
porque aun no se ha hecho el filo
que corte mi libertad.

Cabalmente pienso y hago
sin darle cuenta a ninguno,
mi libertad no es vacuno
que se vende a mejor pago,
ofrezcan que no es amago
y tomenlon como quieran,
mi libertad no es tanquera
abierta al primer mandón,
pa' un libre no hay más patrón
que la amada y la bandera.

Pa mi no existe caudillo
que doblegue mi conciencia,
y como señal de obediencia
sólo ante Dios me arrodillo.
Hombre que saca el cuchillo
y ante el peligro lo arrolla,
y a la libertad la apoya
con su fe y en su derecho,
es que ha mamao en un pecho
de mujer sangre criolla.

Sangre que unos cuafarones
son medallas conquistadas,
y en mil gloriosas patriadas
y en muchas revoluciones.
No se arrean a empujones
mi ideal, mi sentimiento,
sobra la hilacha de un tiento
pa un desmadrao, para un guacho;
aprende a ser libre un macho
oyendo rugir al viento.


La libertad hay que llevarla
con honor, con honradez
es decir, con la altivez
que uno supo conquistarla.
Al que no sepa cuidarla
se la quitarán mañana;
la libertad es soberana
cuando un varón es de ley,
la libertad no es un buey
que responde a una picana.

Ni es tampoco rebencazo
asestao a las costillas,
ni bisagra en las rodillas
ni dobleguez de espinazo.
La libertad es trompetazo
de victoria en la pelea,
es banderín que flamea
al tope de una tacuara,
es un potro que dispara
o un águila que aletea.

Es también fecundo tajo
en las criollas sementeras,
gorro frigio en las manceras
simbolizando al trabajo.
Es el puño de un badajo
cacheteando a una campana
que va pregonando ufana
que en esta tierra Argetina:
la libertad no es propina,
sólo peleando se gana.

Es así la libertad,
que es pregón de nuestro himno,
escudo, estandarte, signo
de nuestra Argentinidad.
Santa palabra, verdad
por los libres venerada,
fogón cuya llamarada,
ningún déspota apagó,
herencia que nos legó
nuestro Santo de la espada.