"‎LOS PUEBLOS, LOS HOMBRES SE ENFRÍAN POR AUSENCIA DE ESPÍRITU. PERO ESTAMOS NOSOTROS, CON PEDERNAL Y YESCA, CON MELODÍAS Y CANTARES, POEMAS Y REFLEXIONES , ALTO DESVELO Y SUEÑOS DE TODO TIPO, PARA ENTIBIAR LAS HORAS DE AQUELLOS QUE NO QUIEREN CONGELARSE."
-Atahualpa Yupanqui-

desde "LA CANCIÓN VERDADERA" un libro de Victor Heredia

"...A. Yupanqui nunca cedió un palmo ante el avance de artistas que desde la mediocridad hicieron tanto daño a la cultura como el éxito económico que obtuvieron, preservó con hidalguía su forma y honró los contenidos. La canción popular también se ha fortalecido desde su verdad y vence la propia añoranza y el embate de los medios que la ignoran. No le quita el sueño resistir, ella sigue alumbrando el camino día a día en cuanta reunión de jóvenes reverbera una guitarra..."



miércoles

"EL ABROJITO" TANGO

FOTO: GUILLERMO FERNÁNDEZ
1926
Music: Luis Bernstein
Lyric: Jesús Fernández Blanco
CANTANTE: GUILLERMO FERNÁNDEZ: (28 de enero de 1958)
Apodos: Guillito, Guillermito y El pibe de oro del tango.Nació en Buenos Aires, en el barrio de San Telmo y desde muy pequeño se convirtió en una figura reconocida. Debutó en 1963, en el Canal 7 de televisión, integrando un coro infantil. Después, en el programa de Roberto Galán, en 1967.Este cantor de fino fraseo y sólidos recursos, fue un precoz intérprete de nuestra música ciudadana. La calidad y el extenso espectro de su voz, lo tentó, siendo aún muy joven, a probar con otros ritmos, cuestión que le valió el reproche de la muchachada tanguera. Hoy, recuperado plenamente para el tango, es una de las principales estrellas de la cartelera porteña.

Llevo, como abrojito, prendido
dentro del corazón una pena
porque te fuiste, ingrata, del nido
y mi vida tan serena
condenaste así al dolor.
Nunca podré arrancar de mi pecho,
¡nunca! el abrojito punzante.
Y ando, por todo el mal que me has hecho
con el alma agonizante,
sin fe, sin nido, ni amor...

No sé por qué te alejaste de mí
si yo te adoré con creciente fervor.
No sé por qué me engañabas así,
sin demostrar tu desamor...
Con tu querer, yo era un hombre feliz
y nunca pensé que tu ardiente pasión
era el puñal que me habría de abrir
esta herida de mi corazón.

Quiero que en tu vivir errabundo,
sepas que solo y entristecido
marcho por los senderos del mundo,
con recuerdos que han prendido
como abrojos de cardal...
Pido que alguna vez tropecemos
para saber si al fin has hallado
todo lo que inconsciente has soñado.
¡Y quizá después podamos
volver los dos a empezar!


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