"‎LOS PUEBLOS, LOS HOMBRES SE ENFRÍAN POR AUSENCIA DE ESPÍRITU. PERO ESTAMOS NOSOTROS, CON PEDERNAL Y YESCA, CON MELODÍAS Y CANTARES, POEMAS Y REFLEXIONES , ALTO DESVELO Y SUEÑOS DE TODO TIPO, PARA ENTIBIAR LAS HORAS DE AQUELLOS QUE NO QUIEREN CONGELARSE."
-Atahualpa Yupanqui-

desde "LA CANCIÓN VERDADERA" un libro de Victor Heredia

"...A. Yupanqui nunca cedió un palmo ante el avance de artistas que desde la mediocridad hicieron tanto daño a la cultura como el éxito económico que obtuvieron, preservó con hidalguía su forma y honró los contenidos. La canción popular también se ha fortalecido desde su verdad y vence la propia añoranza y el embate de los medios que la ignoran. No le quita el sueño resistir, ella sigue alumbrando el camino día a día en cuanta reunión de jóvenes reverbera una guitarra..."



martes

"EL JANGADERO" CANCIÓN

FOTO: EDUARDO FALÚ
LETRA: JAIME DÁVALOS
MÚSICA: EDUARDO FALÚ
El salteño Jaime Dávalos, autor de la canción, nos lo cuenta así:
"Tenía yo diecinueve años cuando vi por vez primera el río Paraná. Vine al sur en un tren de carga con tres changos más... Nos bajamos del carguero en Campana, y fuimos a pedir comida al puerto porque de tanto tomar mate cocido veíamos verde hasta las salinas. El río nos manifestó su generosidad en aquellos marineros de remolcador que nos regalonearon con todo lo que tenían. El río color puma, pasaba relamiéndose los cascos de las balsas y canoas, mientras mis ojos rajados de ver país adentro sus desolaciones resecas, también lo lamían, lo acariciaban enmelándose en la untuosa luz de su movediza pradera de aguas.
Ahí debe haber nacido esta canción: nació en mi sangre como un diálogo mudo con el río".


Río abajo voy llevando la jangada
río abajo por el alto Paraná.
Es el peso de la sombra derrumbada
que buscando el horizonte bajará.

Río abajo, río abajo, río abajo:
a flor de agua voy sangrando esta canción.
En el sueño de la vida y el trabajo
se me vuelve camalote el corazón

Jangadero, jangadero:
mi destino por el río es derivar
desde el fondo del obraje maderero
con el anhelo del agua que se va.

Padre río tus escamas de oro vivo
son la fiebre que me lleva más allá.
Voy detrás de tu horizonte fugitivo
y la sangre con el agua se me va

Banda banda, sol y luna, cielo y agua:
espejismo que no acaba de pasar.
Piel de barro fabulosa lampalagua:
me devora la pasión de navegar.

Jangadero jangadero:
mi destino por el río es derivar
desde el fondo del obraje maderero
con el anhelo del agua que se va.


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