Música: Héctor Stamponi
Letra: Horacio Ferrer
CANTANTE: RUBÉN JUÁREZ
HÉCTOR STAMPONI: (Campana, 24 de diciembre de 1916 - Buenos Aires, 3 de diciembre de 1997) fue un compositor, pianista y arreglista argentino de tango. Es compositor, entre otros, de los tangos El último café, (letra de Cátulo Castillo y editado por la Editorial Musical Korn - Intersong S.A.I.C. en 1963) y Qué me van a hablar de amor (letra de Homero Expósito y grabado por Julio Sosa en 1963).
(Dicho)
- Damas y caballeros... ¡Música, maestro!
Soy un payaso que no pintó Picasso
y Sarrasani y el Gran Thiany ¡jamás vieron!
No tengo traje de volados, ni rataplán ni galerita
ni botonazos de fulgurante ni regadera.
Sé sólo un chiste mediocre
y mejor no lo supiera: mi vida. ¡Jú, jú, jú!
Soy un payaso y si hace falta
soy el oso, el tony, el pony,
el acomodador, el director de pista,
el dentista del elefante y el tragafuegos.
¿Por qué soy un circo entero?
Porque vos estás tan triste,
amigo del alma. Oí...
(Cantado)
Soy un circo, hermano mío, soy un circo,
secá tu llanto en la melena del león,
después vestite con mi frac de pajaritos
que el Quijote y Buster Keaton
nos esperan en el hall.
En mi circo todo está color relincho,
colgá en los cuernos de la luna tu rencor,
si un gran bolsillo de payaso es el destino
vos entrá, que yo te pinto
de aspirina el machucón.
También la ternura de un bello fracaso
redime en la tragedia griega de vivir.
Como un revolcón de fiera rota
sufre aquel que más amó
y lo revive el propio amor ¡para insistir!
Qué serio me puse, ¡payaso y plomazo!
Se encienden las luces, vení por aquí,
que ya están sentados nuestros invitados
mientras la bandita los recibe así.
(Dicho)
En aquel palco con pinta fina
pero un poco presumidos,
distingo a tus perdones,
¿usan cornetillas para sordos, no es cierto?,
porque perdonan, pero no olvidan.
Veo a tu soledad en la platea.
Tus culpas no han llegado ¿o no tenés?
Y acaban de llenar los tablones de la popular
tus buenos recuerdos, tus lindos amores,
tal vez les des mejores ubicaciones
para las próximas funciones. Tal vez.
(Cantado)
Soy un circo, hermano mío, soy un circo,
se va la noche con su capa de satén
sembrando un mágico alboroto de cariños
al notar que has sonreído
con un poco de niñez.
Y, al final, cuando mi circo esté vacío
la muerte hará su viejo número sin red,
vos temblarás por el milagro de estar vivo,
con el alma en equilibrio
sobre un lirio de papel.
(Dicho)
Y ahora que estás de esperanza
y arriba del trapecio danza
la aurora niña,
¡nada por aquí, nada por allá!
(Cantado)
De pito y voltereta
mi circo ya se va,
con sueños de poeta
y el canto fraternal.
(Dicho)
Adiós, adiós, hermano mío,
adiós, mi circo ya se va,
mi circo ya se va.
Mi circo ¡ya se fue!
Letra: Horacio Ferrer
CANTANTE: RUBÉN JUÁREZ
HÉCTOR STAMPONI: (Campana, 24 de diciembre de 1916 - Buenos Aires, 3 de diciembre de 1997) fue un compositor, pianista y arreglista argentino de tango. Es compositor, entre otros, de los tangos El último café, (letra de Cátulo Castillo y editado por la Editorial Musical Korn - Intersong S.A.I.C. en 1963) y Qué me van a hablar de amor (letra de Homero Expósito y grabado por Julio Sosa en 1963).
(Dicho)
- Damas y caballeros... ¡Música, maestro!
Soy un payaso que no pintó Picasso
y Sarrasani y el Gran Thiany ¡jamás vieron!
No tengo traje de volados, ni rataplán ni galerita
ni botonazos de fulgurante ni regadera.
Sé sólo un chiste mediocre
y mejor no lo supiera: mi vida. ¡Jú, jú, jú!
Soy un payaso y si hace falta
soy el oso, el tony, el pony,
el acomodador, el director de pista,
el dentista del elefante y el tragafuegos.
¿Por qué soy un circo entero?
Porque vos estás tan triste,
amigo del alma. Oí...
(Cantado)
Soy un circo, hermano mío, soy un circo,
secá tu llanto en la melena del león,
después vestite con mi frac de pajaritos
que el Quijote y Buster Keaton
nos esperan en el hall.
En mi circo todo está color relincho,
colgá en los cuernos de la luna tu rencor,
si un gran bolsillo de payaso es el destino
vos entrá, que yo te pinto
de aspirina el machucón.
También la ternura de un bello fracaso
redime en la tragedia griega de vivir.
Como un revolcón de fiera rota
sufre aquel que más amó
y lo revive el propio amor ¡para insistir!
Qué serio me puse, ¡payaso y plomazo!
Se encienden las luces, vení por aquí,
que ya están sentados nuestros invitados
mientras la bandita los recibe así.
(Dicho)
En aquel palco con pinta fina
pero un poco presumidos,
distingo a tus perdones,
¿usan cornetillas para sordos, no es cierto?,
porque perdonan, pero no olvidan.
Veo a tu soledad en la platea.
Tus culpas no han llegado ¿o no tenés?
Y acaban de llenar los tablones de la popular
tus buenos recuerdos, tus lindos amores,
tal vez les des mejores ubicaciones
para las próximas funciones. Tal vez.
(Cantado)
Soy un circo, hermano mío, soy un circo,
se va la noche con su capa de satén
sembrando un mágico alboroto de cariños
al notar que has sonreído
con un poco de niñez.
Y, al final, cuando mi circo esté vacío
la muerte hará su viejo número sin red,
vos temblarás por el milagro de estar vivo,
con el alma en equilibrio
sobre un lirio de papel.
(Dicho)
Y ahora que estás de esperanza
y arriba del trapecio danza
la aurora niña,
¡nada por aquí, nada por allá!
(Cantado)
De pito y voltereta
mi circo ya se va,
con sueños de poeta
y el canto fraternal.
(Dicho)
Adiós, adiós, hermano mío,
adiós, mi circo ya se va,
mi circo ya se va.
Mi circo ¡ya se fue!
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