1942)
Letra: José María Contursi
Música: Mariano Mores
Letra: José María Contursi
Música: Mariano Mores
CANTANTE: HUGO MARCEL
(24 de enero de 1943)
(24 de enero de 1943)
En 1964 fue llamado por el maestro Mariano Mores a cantar en la Orquesta Lírica Popular (Popular operística Orquesta), junto con la persona amada y recordada Susy Leiva . Con Mores tuvo la oportunidad de hacer giras importantes del interior del país y estar presente en grandes producciones de televisión. In that time he had the chance to perform with Tita Merello and Hugo del Carril . En ese tiempo tuvo la oportunidad de actuar con Tita Merello y Hugo del Carril . In 1964 he recorded several numbers with the Mores's orchestra. En 1964 grabó varios temas con la orquesta de Mores. The first recording was on July 23 and the last on October 5. La primera grabación fue el 23 de julio y el último el 5 de octubre. Among those recordings we highlight "Viejo Buenos Aires" and "Tan sólo un loco amor". Entre esas grabaciones se destacan "Viejo Buenos Aires" y "Un Amor Tan loco solitario".
No debí pensar jamás
en lograr tu corazón...
Y sin embargo te busqué
hasta que un día te encontré
y con mis besos te aturdí
sin importarme que eras buena.
Tu ilusión fue de cristal,
se rompió cuando partí,
pues nunca, nunca más volví...
¡Qué amarga fue tu pena!
"No te olvides de mí,
de tu Grisel",
me dijiste al besar
el Cristo aquél...
Y hoy, que vivo enloquecido
porque no te olvidé,
ni te acuerdas de mí,
¡Grisel!, ¡Grisel!
Me faltó después tu voz
y el calor de tu mirar,
y como un loco te busqué
pero ya nunca te encontré
y en otros besos me aturdí.
¡Mi vida fue todo engaño!
¿Qué será, Grisel, de mí...?
¡Se cumplió la ley de Dios
porque sus culpas ya pagó
quien te hizo tanto daño!
No debí pensar jamás
en lograr tu corazón...
Y sin embargo te busqué
hasta que un día te encontré
y con mis besos te aturdí
sin importarme que eras buena.
Tu ilusión fue de cristal,
se rompió cuando partí,
pues nunca, nunca más volví...
¡Qué amarga fue tu pena!
"No te olvides de mí,
de tu Grisel",
me dijiste al besar
el Cristo aquél...
Y hoy, que vivo enloquecido
porque no te olvidé,
ni te acuerdas de mí,
¡Grisel!, ¡Grisel!
Me faltó después tu voz
y el calor de tu mirar,
y como un loco te busqué
pero ya nunca te encontré
y en otros besos me aturdí.
¡Mi vida fue todo engaño!
¿Qué será, Grisel, de mí...?
¡Se cumplió la ley de Dios
porque sus culpas ya pagó
quien te hizo tanto daño!
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