Julio Sosa
DOS HORAS ANTES DEL ALBA
Palabras del autor
Amigo lector:
Poder escribir ha sido siempre una válvula que alivió la tensión de volcánicos estados anímicos o mortales depresiones morales.
Cuando mi alma a punto de asfixiarse o mi corazón a punto de estallar bajo el mandato de la alegría o el lapidario peso del dolor (más por éste que por aquellos), necesitó de la sangría que la aliviara, mi pluma obró el milagro de devolverme la paz, me enseñó a enfrentar la vida con más valor y a mirar a mis semejantes con ojos más buenos.
DOS HORAS ANTES DEL ALBA no na nacido para desafiar la crítica, constructiva o no... No pretende reunir en sus páginas modesto o desmesurado valor literario, pues tampoco puedo afirmar si está bien o mal escrito; pero puedo jurar, en cambio, que es un libro sincero.
DOS HORAS ANTES DEL ALBA es sólo un puñado de gritos rebeldes o resignados que saltaron de mi garganta a mis manos, para quedar en las tuyas y en favor de tu buena voluntad...
Acéptalo, pues, con la natural amistad con que te lo ofrezco, y si sus páginas logran el milagro de cautivar tu atención, mi libro y yo nos sentiremos generosamente recompensados.
JULIO SOSA
DOS HORAS ANTES DEL ALBA
Palabras del autor
Amigo lector:
Poder escribir ha sido siempre una válvula que alivió la tensión de volcánicos estados anímicos o mortales depresiones morales.
Cuando mi alma a punto de asfixiarse o mi corazón a punto de estallar bajo el mandato de la alegría o el lapidario peso del dolor (más por éste que por aquellos), necesitó de la sangría que la aliviara, mi pluma obró el milagro de devolverme la paz, me enseñó a enfrentar la vida con más valor y a mirar a mis semejantes con ojos más buenos.
DOS HORAS ANTES DEL ALBA no na nacido para desafiar la crítica, constructiva o no... No pretende reunir en sus páginas modesto o desmesurado valor literario, pues tampoco puedo afirmar si está bien o mal escrito; pero puedo jurar, en cambio, que es un libro sincero.
DOS HORAS ANTES DEL ALBA es sólo un puñado de gritos rebeldes o resignados que saltaron de mi garganta a mis manos, para quedar en las tuyas y en favor de tu buena voluntad...
Acéptalo, pues, con la natural amistad con que te lo ofrezco, y si sus páginas logran el milagro de cautivar tu atención, mi libro y yo nos sentiremos generosamente recompensados.
JULIO SOSA
Hermoso libro!
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