"‎LOS PUEBLOS, LOS HOMBRES SE ENFRÍAN POR AUSENCIA DE ESPÍRITU. PERO ESTAMOS NOSOTROS, CON PEDERNAL Y YESCA, CON MELODÍAS Y CANTARES, POEMAS Y REFLEXIONES , ALTO DESVELO Y SUEÑOS DE TODO TIPO, PARA ENTIBIAR LAS HORAS DE AQUELLOS QUE NO QUIEREN CONGELARSE."
-Atahualpa Yupanqui-

desde "LA CANCIÓN VERDADERA" un libro de Victor Heredia

"...A. Yupanqui nunca cedió un palmo ante el avance de artistas que desde la mediocridad hicieron tanto daño a la cultura como el éxito económico que obtuvieron, preservó con hidalguía su forma y honró los contenidos. La canción popular también se ha fortalecido desde su verdad y vence la propia añoranza y el embate de los medios que la ignoran. No le quita el sueño resistir, ella sigue alumbrando el camino día a día en cuanta reunión de jóvenes reverbera una guitarra..."



miércoles

"CONFESIÓN" TANGO

FOTO: LUIS CESAR AMADORI
Tango 1931
Música: Enrique Santos Discepolo
Letra: Enrique Santos Discepolo / Luis César Amadori
Luis César Amadori (Pescara, Italia, 28 de mayo de 1902 – Buenos Aires, Argentina, 5 de junio de 1977) fue un director de cine argentino nacido en Italia, que emigró a los 5 años a Argentina. Cursó sus estudios universitarios en Córdoba, si bien los abandonó en favor de su vocación de escritor. Fue elegido por Walt Disney para dirigir el doblaje al español de tres de sus películas, Pinocho, Dumbo y Bambi.
En 1955 emigró a España, debido al golpe de Estado contra Juan Perón. Se convirtió así en una de las figuras de la dirección en el cine español de los 50 y los 60, sobre todo de corte histórico.
Además de director de cine, fue guionista, escritor, músico y productor.

Fue a conciencia pura
que perdí tu amor...
¡Nada más que por salvarte!
Hoy me odias
y yo feliz,
me arrincono pa' llorarte...
El recuerdo que tendrás de mí
será horroroso,
me verás siempre golpeándote
como un malvao...
¡Y si supieras, bien,
qué generoso
fue que pagase así
tu buen amor..!

¡Sol de mi vida!...
fui un fracasao
y en mi caída
busqué dejarte a un lao,
porque te quise
tanto...¡tanto!
que al rodar,
para salvarte
solo supe
hacerme odiar.
Hoy, después de un año
atroz, te vi pasar:
¡me mordí pa' no llamarte!...
Ibas linda como un sol...
¡Se paraban pa' mirarte!
Yo no sé si el que tiene así
se lo merece,
sólo sé que la miseria cruel
que te ofrecí,
me justifica
al verte hecha una reina
que vivirás mejor
lejos de mí..!



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