LETRA: HOMERO EXPÓSITO
MÚSICA: HÉCTOR STAMPONI
FLOREAL RUÍZ:Floreal Ruiz nació en el porteño barrio de Flores, el 29 de Marzo de 1916. Su papá se llamaba José, su madre, Rosa Rimundo. El matrimonio tenía tres hijos, y dado que papá era de ideas anarquistas, era coherente que a su primera hija le pusiera de nombre Fraternidad, a su segundo hijo Floreal, y al tercero, Libertario. De pibe en su casa al chiquilín Floreal, lo apodaban Piruco. El padre era tapicero y le enseñó a su hijo el oficio, después fue repartidor de pan, y lechero a domicilio. En Flores para esa época había muchos potreros donde se practicaba fútbol, y Piruco como todo pibe, sentía pasión por jugar a la pelota. Se hizo hincha de Independiente, porque le gustaba el color rojo. En la década del veinte, siendo un pibe aun, escuchaba en radios y victrolas a Gardel, Corsini y Magaldi, cantar tangos , eso y el contar con un lindo color de voz ; fueron la influencia para que soñara con ser cantor. Eran épocas donde las serenatas, eran el vehículo mas directo para que los novios hicieran saber a sus pretendidas, sus aspiraciones amatorias. La barra de Flores tenían resuelto el problema, contaban con dos amigos con buena voz para expresar a sus noviecitas todo su cariño , quienes a su vez, estos noveles cantores, elegían un repertorio que aplicara para lograr el objetivo. Las responsabilidades caían justamente en Piruco , y otro pibe que no era otro que, Piero Fontana, ( con los años adoptaría el nombre artístico de (Hugo del Carril), quienes con sus virtudes canoras hacían el deleite de las pibas. El viejo de Floreal, que era muy realista, dado las épocas difíciles por la que había que transitar, y conociendo las aspiraciones de su hijo, se oponía a que Floreal cantara, porque opinaba que los que cantaban le esquivaban el bulto al laburo, y la vida para el si no se trabajaba no se comía, así de simple. Floreal , no era de contradecir a su padre, por lo tanto, trabajaba y colaboraba económicamente con el hogar, pero su vocación por el canto era muy fuerte, y en cada concurso que había de selección de cantores allí iba y se anotaba, por supuesto con nombre falso, eligiendo una vez el nombre de Fabian Conde y otra vez el de Carlos Martel. Los concursos generalmente los hacían en la radio , para ese entonces Fénix y Prieto.
Deshojaba noches esperando en vano que le diera un beso,
pero yo soñaba con el beso grande de la tierra en celo.
Flor de Lino,
qué raro destino
truncaba un camino
de linos en flor...
Deshojaba noches cuando la esperaba por aquel sendero,
llena de vergüenza, como los muchachos con un traje nuevo:
¡cuántas cosas que se fueron,
y hoy regresan siempre por la siempre noche de mi soledad!
Yo la vi florecer como el lino
de un campo argentino maduro de sol...
¡Si la hubiera llegado a entender
ya tendría en mi rancho el amor!
Yo la vi florecer, pero un día,
¡mandinga la huella que me la llevó!
Flor de Lino se fue
y el hoy que el campo está en flor
¡ah malhaya! me falta su amor.
Hay una tranquera por donde el recuerdo vuelve a la querencia,
que el remordimiento de no haberla amado siempre deja abierta:
Flor de Lino,
te veo en la estrella
que alumbra la huella
de mi soledad...
Deshojaba noches cuando me esperaba como yo la espero,
lleno de esperanzas, como un gaucho pobre cuando llega al pueblo,
flor de ausencia, tu recuerdo
me persigue siempre por la siempre noche de mi soledad...
MÚSICA: HÉCTOR STAMPONI
FLOREAL RUÍZ:Floreal Ruiz nació en el porteño barrio de Flores, el 29 de Marzo de 1916. Su papá se llamaba José, su madre, Rosa Rimundo. El matrimonio tenía tres hijos, y dado que papá era de ideas anarquistas, era coherente que a su primera hija le pusiera de nombre Fraternidad, a su segundo hijo Floreal, y al tercero, Libertario. De pibe en su casa al chiquilín Floreal, lo apodaban Piruco. El padre era tapicero y le enseñó a su hijo el oficio, después fue repartidor de pan, y lechero a domicilio. En Flores para esa época había muchos potreros donde se practicaba fútbol, y Piruco como todo pibe, sentía pasión por jugar a la pelota. Se hizo hincha de Independiente, porque le gustaba el color rojo. En la década del veinte, siendo un pibe aun, escuchaba en radios y victrolas a Gardel, Corsini y Magaldi, cantar tangos , eso y el contar con un lindo color de voz ; fueron la influencia para que soñara con ser cantor. Eran épocas donde las serenatas, eran el vehículo mas directo para que los novios hicieran saber a sus pretendidas, sus aspiraciones amatorias. La barra de Flores tenían resuelto el problema, contaban con dos amigos con buena voz para expresar a sus noviecitas todo su cariño , quienes a su vez, estos noveles cantores, elegían un repertorio que aplicara para lograr el objetivo. Las responsabilidades caían justamente en Piruco , y otro pibe que no era otro que, Piero Fontana, ( con los años adoptaría el nombre artístico de (Hugo del Carril), quienes con sus virtudes canoras hacían el deleite de las pibas. El viejo de Floreal, que era muy realista, dado las épocas difíciles por la que había que transitar, y conociendo las aspiraciones de su hijo, se oponía a que Floreal cantara, porque opinaba que los que cantaban le esquivaban el bulto al laburo, y la vida para el si no se trabajaba no se comía, así de simple. Floreal , no era de contradecir a su padre, por lo tanto, trabajaba y colaboraba económicamente con el hogar, pero su vocación por el canto era muy fuerte, y en cada concurso que había de selección de cantores allí iba y se anotaba, por supuesto con nombre falso, eligiendo una vez el nombre de Fabian Conde y otra vez el de Carlos Martel. Los concursos generalmente los hacían en la radio , para ese entonces Fénix y Prieto.
Deshojaba noches esperando en vano que le diera un beso,
pero yo soñaba con el beso grande de la tierra en celo.
Flor de Lino,
qué raro destino
truncaba un camino
de linos en flor...
Deshojaba noches cuando la esperaba por aquel sendero,
llena de vergüenza, como los muchachos con un traje nuevo:
¡cuántas cosas que se fueron,
y hoy regresan siempre por la siempre noche de mi soledad!
Yo la vi florecer como el lino
de un campo argentino maduro de sol...
¡Si la hubiera llegado a entender
ya tendría en mi rancho el amor!
Yo la vi florecer, pero un día,
¡mandinga la huella que me la llevó!
Flor de Lino se fue
y el hoy que el campo está en flor
¡ah malhaya! me falta su amor.
Hay una tranquera por donde el recuerdo vuelve a la querencia,
que el remordimiento de no haberla amado siempre deja abierta:
Flor de Lino,
te veo en la estrella
que alumbra la huella
de mi soledad...
Deshojaba noches cuando me esperaba como yo la espero,
lleno de esperanzas, como un gaucho pobre cuando llega al pueblo,
flor de ausencia, tu recuerdo
me persigue siempre por la siempre noche de mi soledad...
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