Letra: Armando Tejada Gómez
Música: Enrique Llopis
Toda ausencia nos cobra nostalgia
y pena y apena recordar,
es la culpa que lleva el ausente,
ya sea en la tierra o en el mar,
el adiós es un dios de la legua,
que no deja de acosar.
El ausente va herido a la ausencia
y herido de ausencia volverá,
no estará lo que estaba en su sitio
entrañablemente vecinal,
y el paisaje otoñal del exilio,
ya estará amarillo de esperar.
Uno sueña que sueña las cosas
y las cosas ya no están,
digo gente, el amor y aquel árbol
que cayó a su sombra vegetal.
Es difícil volver del pasado
al origen del amor,
si pagó con dolor las ausencias,
páguenle la ausencia sin dolor.
Bienvenido el ausente a su sitio,
páguenle la ausencia con amor.
Música: Enrique Llopis
Toda ausencia nos cobra nostalgia
y pena y apena recordar,
es la culpa que lleva el ausente,
ya sea en la tierra o en el mar,
el adiós es un dios de la legua,
que no deja de acosar.
El ausente va herido a la ausencia
y herido de ausencia volverá,
no estará lo que estaba en su sitio
entrañablemente vecinal,
y el paisaje otoñal del exilio,
ya estará amarillo de esperar.
Uno sueña que sueña las cosas
y las cosas ya no están,
digo gente, el amor y aquel árbol
que cayó a su sombra vegetal.
Es difícil volver del pasado
al origen del amor,
si pagó con dolor las ausencias,
páguenle la ausencia sin dolor.
Bienvenido el ausente a su sitio,
páguenle la ausencia con amor.
esto es lo que queremos miles de los que no decimos nada
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