AUTOR E INTÉRPRETE: GUSTAVO SANTAOLALLA Gustavo Alfredo Santaolalla (n. El Palomar, Gran Buenos Aires; 19 de agosto de 1951), compositor, músico y productor musical argentino ganador dos veces del Premio Óscar, que entrega la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, por su labor de compositor musical. Santaolalla con frecuencia combina elementos de música rock, soul, ritmos africanos y música popular latinoamericana. En la década del 70 lideró la banda Arco Iris, una de las fundadoras del «rock nacional argentino». Hoy en día es uno de los músicos y productores más reconocidos en la escena latinoamericana. Al final de los años 90 se dedicó a la producción de los álbumes de bandas sonoras para películas como Amores Perros, 21 Gramos o Diarios de motocicleta. Uno de sus trabajos más recientes ha sido la parte instrumental de la banda sonora de la película Brokeback Mountain por la cual ganó el Óscar. De esta banda sonora, "A Love That Will Never Grow Old" ganó el Globo de Oro a la mejor canción. También ha ganado un Premio BAFTA por "Diarios de Motocicleta" y otro por "Babel", por la cual recibió otro Óscar (segunda vez consecutiva). Actualmente está asentado en el estado de California (Estados Unidos). Se rumorea que Nelly Furtado lo ha buscado para la producción de su nuevo álbum completamente en español.
FOTO: SIXTO PALAVECINO AUTOR: LEÓN GIECO CANTANTES E INTERPRETES: SIXTO PALAVECINO Y LEÓN GIECO.
SIXTO PALAVECINO: Sixto Doroteo Palavecino (Barrancas, Santiago del Estero, Argentina, 31 de marzo de 1915 - Santiago del Estero, Argentina, 24 de abril de 2009) fue un poeta, músico y cantante del folclore argentino, que interpretaba el violín desde los 10 años. En su momento colaboró con músicos como León Gieco. Además del violín, ejecuta bandoneón, guitarra y bombo. Fue distinguido unos dias antes de su deceso con el título Doctor honoris causa por la Universidad Nacional de Rosario, la más alta distinción académica que es otorgada a quienes que con empeño y dedicación a largo de toda una vida contribuyen a la cultura, la ciencia, las artes y letras, etc. El Dr. Sixto Palavecino, sencillo y humilde, en su última aparición pública y movilizado en una silla de ruedas, le dijo a un grupo de periodistas: “Miren a lo que llegó el sacherito santiagueño, ahora dicen que soy doctor honoris causa”. Hoy el quichua ocupa el nivel que soñaron sus defensores tales como Don Sixto; el Profesor Domingo Bravo; los poetas Vicente Salto y Felipe Corpos y todos aquellos identificados con estas raíces. Tras una breve dolencia falleció en su Santiago del Estero natal un 24 de abril de 2009 a los 94 años.
Cha Rin Huamajnencka (allá va la primera) Si tienes un buen amigo brindale todo tu aprecio pero no le participes los secretos de tu pecho.
Si la amistad vale tanto no hay que enredarla en pollera que hasta el mas amigo afloja cuando el amor se entrevera.
La noche de los amigos nunca ha de perder su huella entre nubes y tormentas hay tener siempre una estrella.
Chacarera chacarera llevame siempre contigo para que por ahi me encuentre todo el que busca un amigo.
Amunchunlla Chusajnecka ( y que venga la que falta)
Hay amigos muy amigos nacidos entre alegrias entre copas calaveras donde se mancha la hombria.
La amistad vale y ofrece su temple y su propio brillo para que nadie confunda el corazon y el bolsillo.
Hay amigos como el arbol que solo amores arraigan castigados por el tiempo mas brindan flores y vainas.
Por las noches, cara sucia de angelito con bluyín, vende rosas por las mesas del boliche de Bachín.
Si la luna brilla sobre la parrilla, come luna y pan de hollín.
Cada día en su tristeza que no quiere amanecer, lo madruga un seis de enero con la estrella del revés, y tres reyes gatos roban sus zapatos, uno izquierdo y el otro ¡también!
Chiquilín, dame un ramo de voz, así salgo a vender mis vergüenzas en flor. Baleáme con tres rosas que duelan a cuenta del hambre que no te entendí, Chiquilín.
Cuando el sol pone a los pibes delantales de aprender, él aprende cuánto cero le quedaba por saber. Y a su madre mira, yira que te yira, pero no la quiere ver.
Cada aurora, en la basura, con un pan y un tallarín, se fabrica un barrilete para irse ¡y sigue aquí! Es un hombre extraño, niño de mil años, que por dentro le enreda el piolín.
Chiquilín, dame un ramo de voz, así salgo a vender mis vergüenzas en flor. Baleáme con tres rosas que duelan a cuenta del hambre que no te entendí, Chiquilín.